jueves, 2 de julio de 2015

La política de comercio exterior y su impacto sobre la economía costeña.

La Costa Atlántica colombiana ha sido una región exportadora de productos primarios hacia el interior del país y los mercados internacionales, e importadora de bienes manufacturados de estas mismas regiones. Es clara, entonces, la conveniencia de tener unos términos de intercambio favorables, pues ellos contribuyen a aumentar el nivel de ingresos de la región. La política de comercio exterior colombiana ha sido diseñada con un espíritu proteccionista que busca eliminar la explotación del país, exportador de productos primarios, por parte de los países industrializados del centro; para ello se protegió la producción de manufacturas con el consiguiente resultado de que lo que se deseaba evitar a nivel internacional se puso en vigencia a nivel interno, con la explotación de las regiones productoras de bienes primarios por las de bienes manufacturados. Siendo la Costa Atlántica una de las regiones exportadoras de bienes primarios en el país, es solo natural concluir que una de las causas de su atraso económico relativo proviene de la política de comercio exterior seguida en los últimos treinta años; por otra parte, la presencia de productos manufacturados importados ilegalmente como consecuencia de la política proteccionista se convertiría en un factor disuasivo muy poderoso para el establecimiento de cierto tipo de establecimientos industriales que en condiciones distintas probablemente se hubieran establecido en la región. Quizás si hay alguna región en el país a la cual le conviene claramente una apertura total del comercio exterior colombiano, de importación y exportación, a los mercados internacionales, es a la Costa Atlántica, tanto porque se estimula a su sector agropecuario como a su sector industrial. Un examen de la política de comercio exterior colombiana entre 1960 y 1975 indica que durante ese período ha habido una liberación gradual del comercio exterior en el país, en especial desde 1970; una mirada a los indicadores agrícolas muestra que la participación de la región en el sector agropecuario colombiano pasó del 20.3 por ciento en 1960 al 26.6 por ciento en 1974, y sólo la agricultura aumentó su participación del 11.5 por ciento al 20.8 por ciento en ese mismo período. En el caso particular de la Costa Atlántica no existe incompatibilidad de corto ni de largo plazo entre la promoción del sector agrícola y del industrial, como sí podría serlo para otras regiones del país; sólo basta que se tome la política adecuada de comercio exterior para explotar el potencial productivo de la región. 

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